Despierta...!!

lunes, 17 de diciembre de 2012

La historia del Krill que se enamoró del Tiburón..


Me siento como un Krill, diminuto en el inmenso abismo del océano   un Krill que se enamoró de un tiburón... De partida decirlo suena un disparate, y el resultado era claramente esperable, era obvio quien terminaría lastimado, estaba escrito que era imposible, sin embargo el Krill obstinado siguió, sin importar nada, sabía que sería capaz de recorrer todos los océanos si fuese necesario, descender a lo desconocido, y estaba dispuesto a ponerle su pequeño pechito a lo que viniese...  Pero ya estaba escrito que no funcionaría, el tiburón era un depredador, no podía detener su instinto asesino, sus ganas de destruir, de actuar sin pensar en nada, su "vivir el momento", creyendo que consistía en hacer lo que se le cantase... El Krill por su parte comía plancton, su vida siempre fue serena, se sentía pleno con una marea suave, disfrutar de nadar, siempre en calma... Eran muy distintos, demasiado diría yo, sus mundos se contraponían, DEPREDADOR / PRESA ... Sin embargo, fue una aventura maravillosa, el tiburón había sido la  fuerte corriente que llevó su vida a lugares que jamás imaginó, al fn y al cabo era un simple Krill.. pero él lo hizo sentir especial, le hizo ver de que era capaz de hacer muchas cosas más de las que el mismo se autolimitaba, y había hecho latir su corazoncito taanto tanto, que creyó que por momentos le faltaba el aire, y la verdad, así le devolvió la vida, dejó de existir por existir, empezó a vivir... Y la verdad es que con eso debía quedarse la pequeña Krill, con esa experiencia mágica, porque llegó más lejos de lo que nadie había llegado, y puso en todo lo que hacía completamente hasta el último latido de su corazoncito, y  a pesar de que sabía de antemano el desenlace lo intentó ...
No era una simple Krill, era especial, y en eso debía empezar a creer... Vuelve a quererte pequeño Krill, que nos quedan mil aventuras en este infinito océano, porque mientras haya vida, hay que vivirla!

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